El mundo de la historieta está de luto. Falleció el fin de semana el guionista argentino Carlos Trillo. Como dijo su buen amigo Guillermo Saccomanno: "la figura más importante de la historieta argentina, después de Oesterheld”. Comparto con ustedes la nota que publicó Clarín en su edición online, en donde se hace un repaso de su enorme carrera. Triste noticia, muy triste.
El escritor Carlos Trillo, guionista de varias de las tiras que sin duda ya quedaron registradas en la historia de la historieta argentina, falleció ayer en Londres, adonde había viajado junto a su esposa. Tenía 68 años. "No lo puedo creer. Estamos desvastados, sus amigos. Carlos querido...", escribió su colega Rep en su blog.
Junto a Horacio Altuna, Trillo dejó su impronta en la contratapa de Clarín con El Loco Chávez, la más que popular tira diaria que se convirtió en histórica. En el mismo espacio, fue luego el responsable, junto al dibujante Ernesto García Seijas, de El Negro Blanco. En Página 12, todavía guionaba el clásico Clara de Noche, que también publicaba la revista satírica española El Jueves. Otras de sus tiras más celebradas, también en asociación con Altuna, fueron Las puertitas del señor López, que llegó incluso al cine, y la que algunos críticos consideran su mejor obra, El último recreo,
Con el mismo nivel de actividad que caracterizó toda su carrera profesional como historietista, había terminado en los últimos meses la historieta Sasha, publicada en la revista especializada Fierro, y escribía Bolita con el dibujante Eduardo Risso
Trillo empezó a trabajar profesionalmente en gráfica en 1963. entre 1964 y 1968 colaboró con Patoruzú Semanal, en la que escribió tiras de El topo Gigio, mientras colaboraba también en guiones de TV de El club de Hijitus y trabajaba como locutor en Radio Municipal. Junto a Dolina, escribió una serie de cuentos policiales para la revista Siete Días.
Su debut con personajes propios de historieta fue nada menos que con Alberto Breccia, con Un tal Daneri, publicada en la revista Mengano.
Autor prolífico, se hizo espacio para ser además asesor creativo de la revista Satiricón, jefe de redacción de Mengano, director de SuperHumor y editor de Puertitas y Cybersix. También se dedicó a historiar la historieta argentina y teorizar sobre ella en la serie El club de la Historiera, publicada en colaboración con Guillermo Saccomanno en la revista Skorpio, y en una serie de libros. En Italia, Francia y España, era uno de los historietistas argentinos más populares.
Estaba casado con la escritora argentina Ema Wolf, con quien tenía 2 hijos.
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